La casa tiene una decoración con mucho gusto. La habitación muy amplia y espaciosa y la cama muy cómoda. Todo muy limpio. El desayuno muy bien. Villaverde es un pueblecito muy tranquilo. La casa está junto a la iglesia de Santa María del Castillo, cuyo interior es soberbio con obras de Gregorio Fernández. Espectaculares retablos que sorprenden muy gratamente.

Nos gustó todo, atención cercana por parte de Pedro, un gran anfitrión que nos hizo sentir como en casa. Instalaciones maravillosas, la fusión de una casa del año 1300 con modernidad y todas las comodidades. Tiene una bodega espectacular para poder degustar un buen asado con unos buenos caldos de la zona. Amplias habitaciones, un spa para relajarse y un jardín con vistas al campanario del pueblo, trasladarte a los antiguos corrales del pueblo. Todo una delicia. Volveremos

Todo fue increíble, como un sueño. Hace más de un mes que fui y sigo recordando la experiencia con mucho cariño. Tanto Pedro como su mujer son un encanto, las instalaciones son estupendas y la comida fabulosa (no perdáis la oportunidad de reserva la cena y el spa). Lo recomiendo sin dudas, sobre todo si se busca un lugar tranquilo y amable para relajarse.